El entrenador o manager dirige el ataque desde el banquillo, pero cuando la pelota ha sido bateada y los jugadores están en movimiento, corresponde al guía mantener el ritmo de la ofensiva.

Si tienes agudeza y sentido común, si sabes escuchar con paciencia y sabes dar buenos consejos, si te desenvuelves bien en reconocer una ventaja y estas pronto a asumir una responsabilidad, capas de tomar importantes decisiones instantáneamente, dispuesto a ser criticado incluso por los errores de los demás y no ser reconocido por tus méritos y agradecidos tus esfuerzos, entonces puedes ser guía de béisbol.

Si el guía se equivoca es a la vista de todos y todos pueden verlo y censurarlo. Si la acción resulta perfecta no recibe nunca aplausos, son todos para el corredor. El guía simplemente cumple su cometido.

El guía de primera base tiene al jugador en movimiento sobre los batazos que parecen buenos para bases extra y tiene el ojo sobre el lanzador cuando el corredor en primera toma ventaja. Además, apoya el corredor en segunda teniendo puesto el ojo sobre el segunda base.

Generalmente da las señales de bateo y de lanzamiento a los bateadores derechos. Su cometido es importante, pero sus responsabilidades son más leves que las del guía de tercera base.

Un guía profesional aprende pronto la importancia de las señales a mano para los corredores en base. Raramente los corredores pueden oír las instrucciones gritadas entre el clamor de los espectadores, por eso el guía debe guiarlos señalando con los brazos y con las manos. Estas señales son sencillas y prácticamente universales.

Hacer señas con la mano izquierda oscilandola hacia el tórax significa que el corredor debe seguir avanzando. Las palmas de las dos manos empujadas adelante hacia el corredor significan detenerse. Levantar los brazos quiere decir que el corredor no sabe patinar. Tener hacia abajo las palmas quiere decir echarse a tierra.


Estas son señales para corredores de bases. Las únicas otras señales que el guía usa con el corredor son par indicarle que robe o para decirle que esta en acción de "bate y corre". Es el bateador mismo que generalmente señala el "bate y corre", si bien alguna vez lo hace el guía.


Aunque las señales en si mismas son sencillas, el guía debe usar habilidad e ingenio para impedir que el equipo adversario las interpreten. Esta es la razón por la que los guías parecen siempre tan inquietos sobre las lineas de base, restregándose las manos, secándoselas sobre la ropa, jugando con el gorro, tirándose para arriba los pantalones. Solo uno de estos gestos es la señal, los otros sirven únicamente para confundir los adversarios.


Una vista muy aguda es esencial tanto para el guía como para el bateador. Debe estar en situación de ver la señal dada por el entrenador desde el banquillo y transmitirla al bateador. Debe también estar pronto para notar cualquier cambio en las señales del entrenador.


El guía debe tener completamente clara la situación antes de cada lanzamiento. Debe conocer el inning, el número de outs, el marcador, la velocidad de los corredores, la habilidad en la defensa y los lanzamientos de los outfielder. Sus planes estratégicos deben ser preparados de antemano, pero deben estar dispuestos para improvisar si un error en la defensa abre nuevas posibilidades.


Los deberes de los guías en el campo solo parten de  de su cometido; un buen guía comprensivo puede hacer mucho por la moral tanto del individuo como del equipo entero. Los buenos guías escuchan pacientemente los problemas de los jugadores concernientes al béisbol y los personales y les aconsejan sinceramente.


Entrenador y guías trabajan muy unidos. A menudo, los guías sustituyen al couch y dirigen todas las fases del entrenamiento, constituyendo una ayuda muy eficaz para el entrenador.


Cada equipo tiene su serie de señas secretas, las cuales el entrenador cambia con suma frecuencia. Estos signos, y la forma en que se usan, son de suma importancia, ya que de ellos depende, la gran mayoría de las veces, el resultado final del partido.


Charlie Grimm, entrenador de los Bravos de Milwaukee, accedió a dar a conocer algunas de las señas secretas usadas en el campo de juego. Los equipos de las Grandes Ligas han usado en el pasado los signos que aparecen en este capitulo, y posiblemente los empleen de nuevo. Pero en el momento en que Grimm revelo estas señas hizó incapié en que su equipo ya no las utilizaba.


La mano abierta o cerrada puede indicar un toque; el frotarse los pantalones con la mano cerrada no significa nada, pero con la mano abierta es aviso de batear y correr; los dedos abiertos es señal de robo.


Todos estos son ejemplos de lo que un aficionado puede observar durante el transcurso de un partido de béisbol. Es posible que el fanático descifre el misterio de algunos de estos signos, si estudia cuidadosamente el guía.


Algunos entrenadores prefieren encargarse ellos mismos de dirigir desde tercera, mientras que otros permanecen en el banco y transmiten las señales a través del guía.


Las señales secretas se utilizan para ordenar jugadas tales como como el toque de bola, el robo de una base, el doble robo y batear y correr. También puede que le indique al bateador que le tire el próximo lanzamiento o que lo deje pasar; y en ciertos casos se le ordenan que trate de batear la pelota de por el suelo (de rolling) o hacia los jardines.


En las jugadas defensivas, el catcher, como todos sabemos, usa señales ocultas para pedir cada tipo de lanzamiento. Ocasionalmente, tal vez piense ese jugador que el equipo contrario a descubierto sus señas. En ese caso, tal vez use dos señas distintas seguidas de una tercera, para que el jugador sepa cual de las dos primeras es la indicada.


Ademas de los dos avisos secretos, todo equipo de béisbol usa señales libres. Estas son las que los guías usan para indicarle al corredor si debe parar o seguir adelante, y las que usen para ordenarle al lanzador de relevo que comience a calentar el brazo.


Cuando tengas la oportunidad de presenciar un partido de béisbol entre dos grandes equipos, observa al guía de tercera base y trata de descifrar algunas de sus claves. Es algo realmente apasionante.