Los expertos en mejor situación de opinar, como Jim Hegan, cátcher de Cleveland, que fue campeón mundial de béisbol, concuerdan que la velocidad y el control resultan los factores esenciales para llegar a ser un gran Pitcher.

Los jugadores famosos de este deporte han variado ampliamente en cuanto a tamaño, constitución y temperamento, y muchos se hicieron famosos por un tipo particular de lanzamiento, pero cada uno de ellos disponía de una velocidad y control superiores al tipo corriente de pitcher.

Jim Hegan conoce cómo actúan los ases del lanzamiento. El es encargado de recibir los lanzamientos del cuerpo de tiradores de los Indios de Cleveland, uno de los más completos de cuantos han reunido hasta la fecha en equipo alguno. Dos de los miembros de este grupo, Bob Lemon y Gene Bearden, ganaron más de 20 juegos cada uno en una sola temporada. Un tercero Bobby Feller, con cerca de 200 victorias en Grandes Ligas (MLB) Y MÁS DE 2000 STRIKEOUTS en su haber, figura como uno de los grandes del béisbol en todos los tiempos.

Un dispositivo medidor cronometró la bola de rápida de Feller a una velocidad de 159.2 Km/hora. Los bateadores disponen de una fracción de segundo para de una distancia de 18.5 metros, la cual constituye la medida oficial entre la peana del montículo y el home plate.

Algunos lanzadores poseen el control desde jovencitos, cuando emplearon horas y horas del día tirando contra blancos estacionarios. Algunos lanzando piedras o pelotas contra algún agujero en una cerca. Otros, montaron marcos de lona o postes con una abertura de 43 centímetros de anchura y 1 metro de altura, simulando la zona de strikes para un bateador de altura normal.

En su explicación más sencilla, la habilidad en los lanzamientos consiste en tirar repetidamente lo que el bateador menos espera o desea. El observar los lanzadores trabajar desde el punto privilegiado que ocupaba Hegan detrás del plato, ofrece una mejor idea de la habilidad que se requiere para ser un campeón.

Para burlar al bateador de Grandes Ligas es necesaria una actuación superior durante todo el tiempo por parte del Pitcher. En su constante duelo de ingenios, el Pitcher debe evitar por todos los medios cualquier insinuación sobre la clase de lanzamientos que ha de tirar. Los instructores y jugadores rivales lo vigilan contantemente con objeto de descubrir en él cualquier señal delatora.

Los gestos inconscientes algunas veces traicionan al jugador novato. George Earnshaw, de los Atléticos de Filadelfia, tenía el hábito, al comienzo de su carrera de revolver la tierra del montículo de su pie derecho al recibir la señal del cátcher de una bola curva; mientras que cuando se trataba de una bola rápida. Earnshaw no hacía gesto alguno. Hasta que logro corregir este defecto, era algo así como poner un anuncio para que el bateador se enterara que bola iba a lanzar.

Babe Ruth en sus primeros días de lanzador, inconscientemente sacaba la lengua cuando iba a lanzar una curva. Otros, sin saberlo han alertado a sus rivales al levantar los hombros antes un tipo particular de lanzamiento, o torciendo la muñeca expresivamente al comenzar a darle vueltas al brazo.

Los entrenadores de equipo se encuentran siempre alertas para señalar y corregir estos defectos en sus jugadores. Ocasionalmente un jugador astuto utiliza estos “avisos” como una ventaja propia para engañar a sus rivales. Dizzy Dean dejaba que la oposición “descubriera” sus movimientos preliminares para cierto tipo de lanzamientos, añadiendo autenticidad al utilizarlo unas cuantas veces de la manera esperada; pero al llegar el momento crucial, cambiaba en el último minuto con un lanzamiento completamente diferente.

Los instructores enseñan a los novatos a lanzar todos los tiros con los mismos movimientos, generalmente un estilo de ¾, aproximadamente un término medio entre el lanzamiento lateral y sobre el hombro. Excepto para unos cuantos lanzamientos especiales, la forma de agarrar la pelota es básicamente la misma para todos los lanzamientos. Un Pitcher ducho oculta la pelota bajo la mano con manilla.

Para aproximadamente el 75% de todos los lanzamientos, el dedo índice y el medio se colocan sobre la pelota, el pulgar debajo y los dos dedos restantes se doblan contra la palma de la mano. La mayoría de los expertos sostienen que la pelota debe agarrarse a través de las costuras, en lugar de a favor para poder obtener mejor control en el lanzamiento.

En pelota rápida actúa de diferente manera que una curva, debido a la forma en que la pelota es liberada. En este momento el bateador no tiene momento de reaccionar aunque conozca que tipo de lanzamiento se trata. Las pelotas rápidas salen de la mano de lanzador con un movimiento hacia debajo de la muñeca. Una bola de “humo” hablando en léxico deportivo se desvía hacia arriba al aproximarse al bateador. Una bola que falla al ascender y llega recta, cruzando el plato a nivel, resulta fácil de batear a pesar de su velocidad, y una vez bateada la pelota ira mucho más lejos que al conectar otro tipo de lanzamiento.

Aun cuando se agarren lo mismo, la curva se lanza con un movimiento hacia afuera de la muñeca, de manera que el dorso de la mano del lanzador termine la moción de frente al home plate. La pelota rueda de los dos primeros dedos. Los lanzadores de curva más efectivos aplican la presión con el segundo dedo, exactamente antes de soltar la pelota y usan el dedo índice como guía solamente. La pelota tiene que hacerse girar con objetivo de que se desarrolle una curva.

Algunos Pitcher tiran la bola lenta o “cambio” de la misma forma que una rápida, solamente que levantan los dos dedos de arriba al liberar la pelota. Al ser efectuado con la misma moción que un lanzamiento rápido (excepto por el lanzamiento final) el lanzamiento tiene la virtud de sacar del paso al bateador del equipo contrario.

El cambio más agudo en el béisbol era la “pelota de globo” de Rip Sewell, del equipo de Pitsburg. Este tipo de pelota floja en su recorrido hacia el home tan lentamente que el bateador podía ver las costuras de la pelota, y luego descendía hacia él desde una altura de más de 4 metros, pero Rip usaba este lanzamiento muy de vez en cuando, algo que impedía que los bateadores sincronizaran sus movimientos para conectar sólidamente.

Carl Hubbell, Zurdo de los Gigantes de Nueva York, hace años perfecciono una bola de tornillo que agarraba igual que al lanzar una curva. La diferencia estribaba en el terrible movimiento hacia adentro que Hubbell le daba a la pelota al soltarla, terminando con la palma de la mano frente al bateador. El giro hacía que la pelota desarrollará una curva a la inversa.

Early Wynn, del equipo de los Indios, disponía de un lanzamiento muy molesto para el bateador, el cual consigue agarrar la pelota como si fuera a lanzar una curva, sujetándola ligeramente fuera de centro y lanzándola con menos movimiento de muñeca. Este lanzamiento tiene una variación de varios centímetros pero, a diferencia de la curva, se separa de los bateadores derechos sin romper también hacia abajo.

Los remolinos antes de tirar consumen las energías del Pitcher. No es recomendable hacerlo.

Algunos de los Pitcher y asistentes más metódicos tienen libretas o bases de datos donde anotan todo lo concerniente a los puntos fuertes y débiles de los bateadores.